Claves para entender la Biblia
Manuel Bouchot Díaz
Al seguir estos sencillos pasos, la lectura de la Biblia te será clara y amena.
La Biblia ha sido clasificada como el libro que menos se ha entendido y más se ha mal interpretado a lo largo de la historia. Aunque millones de personas la leen, muchos la dejan de leer por considerarla confusa y enigmática. ¿Pero cómo puedes llegar a entenderla realmente? La respuesta está en la Biblia misma. Analicemos siete claves indispensables para el estudio eficaz del Libro de los libros.
- Pedir con humildad la guía de Dios
La primera clave para entender la Biblia, es leerla con una actitud humilde. Pedir en oración que el Espíritu Santo nos ayude a entenderla. «El hombre en quien yo me fijo es el pobre y afligido que respeta mi palabra» (Isaías 66: 2).
Nadie puede jactarse de entender correctamente las verdades espirituales que están en la Biblia por su inteligencia y esfuerzo. «Entonces hizo que entendieran las Escrituras» (Lucas 24: 45). No fue la inteligencia de los discípulos que les permitió comprender el significado; ellos tuvieron que recibir la ayuda divina.
- La obediencia conduce al entendimiento
La segunda clave procede de la primera. La actitud apropiada conduce a la fiel obediencia de las leyes de Dios, las cuales forman el fundamento de la Biblia: «La mayor sabiduría consiste en honrar al Señor; los que lo honran, tienen buen juicio. ¡Dios será siempre alabado!» (Salmos 111: 10). Además de acercarnos a Dios con humildad, es necesario poner en práctica lo que aprendemos de su Palabra.
- Aceptar la inspiración divina de toda la Biblia
Una aspecto importante para entender las Escrituras correctamente es aceptar la autoridad de toda la Biblia. Todos los libros que la forman, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo, fueron inspirados por Dios.
Dios nos asegura que podemos confiar plenamente en las Escrituras. Por eso el apóstol Pablo escribió: «Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien» (2 Timoteo 3: 16-17).
- Considerar el contexto
Una pauta importante para entender la Biblia es el contexto. Esto significa que debemos tener en cuenta los versículos anteriores y posteriores al texto que estemos estudiando. Por ejemplo, en Génesis 3: 4 leemos: «“No es cierto. No morirán”». Al leer esto, algunos podrían pensar que el hombre posee inmortalidad, pero el contexto nos muestra que fue Satanás, usando a una serpiente, que dijo esta mentira al asegurarle a Eva que ella y Adán no morirían.
Unos versículos antes podemos ver cuál es la correcta enseñanza que Dios había dado al respecto: «Le dio esta orden: “Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás”» (Génesis 2: 16-17).
- Toma en cuenta todos los pasajes relacionados con el tema que se estudia
Otra pauta importante para entender la Biblia, es estudiar diferentes versículos relacionados con el tema que estemos estudiando y así llegar a una conclusión. Respecto a esto, el apóstol Pablo dio un ejemplo noble cuando, enseñando ciertas verdades acerca de Jesús, se refirió a muchos pasajes de lo que en su tiempo era la Biblia: «Así que le señalaron un día, en el que acudieron muchas personas a donde Pablo estaba alojado. Desde la mañana hasta la tarde, Pablo les habló del reino de Dios. Trataba de convencerlos acerca de Jesús, por medio de la ley de Moisés y los escritos de los profetas» (Hechos 28: 23). Para demostrar que estaba en lo correcto, Pablo explicaba cuidadosamente los pasajes que tenían que ver con Cristo como el Mesías.
- El uso correcto de los libros de consulta
Si se aplican las cinco claves que hemos mencionado, ciertamente podremos entender las enseñanzas y los principios esenciales de la Palabra de Dios. No obstante, podemos aumentar nuestro entendimiento de los personajes, lugares y acontecimientos bíblicos si aprovechamos el trabajo de aquellos que han estudiado la cultura, los idiomas, la historia y la arqueología bíblica.
A fin de cuentas, los filósofos atenienses pudieron entender claramente un principio acerca de Dios cuando Pablo les citó a un poeta de Cilicia llamado Arato (Hechos 17: 28). Igualmente, Judas citó de un escrito que se conocía como el libro de Enoc (Judas 14). Como podemos ver, los apóstoles, con el afán de ayudar a la gente a entender mejor la Palabra de Dios, en ocasiones citaban otras fuentes aparte de las Escrituras.
Estos son algunos recursos de consulta que puedes utilizar:
- Otras versiones de la Biblia
- Una concordancia
- Una enciclopedia o diccionario bíblico
- Un comentario bíblico
- La guía de un fiel servidor de Dios
Un fiel servidor de Dios puede ayudarte en gran manera a entender correctamente las Escrituras. Tal como le sucedió al etíope. «Cuando Felipe se acercó, oyó que el etíope leía el libro de Isaías; entonces le preguntó: “¿Entiende usted lo que está leyendo?” El etíope le contestó: “¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?” Y le pidió a Felipe que subiera y se sentara junto a él […] Entonces Felipe, tomando como punto de partida el lugar de la Escritura que el etíope leía, le anunció la buena noticia acerca de Jesús» (Hechos 8: 30-31, 35).
Ahora que ya conoces estas importantes claves, te invito a estudiar la Biblia de nuevo, será una aventura fascinante de la cual no te arrepentirás; te lo puedo asegurar.
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