Una nueva religión
Seguir a Jesús en la sociedad actual es ir contra la corriente, pero lo era mucho más en el primer siglo, cuando el cristianismo estaba en su primera etapa. Aceptar la nueva religión implicaba apartarse de los estereotipos culturales, de las expectativas de la familia y de los dictados gubernamentales. Los conversos a la fe enfrentaban ataques de amigos, vecinos y familiares; aún peor, dentro del círculo de creyentes se habían inmiscuido engañadores: lobos vestidos de ovejas.
Ese era un momento oportuno para actuar. Y el apóstol Pedro, el veterano discípulo de Jesús, escribió dos emotivas cartas a la naciente iglesia cristiana. Cartas en las que encontramos muchas sorpresas: ¿Realmente hay poder en la sumisión? ¡Sí! ¿Hay poder en ser humildes? ¡Sí… por sorpresivo que resulte! Cuando tu propia familia te da la espalda, se puede encontrar fortaleza en la familia de Dios; cuando tu entorno social te agobia, hay esperanza en las promesas del Señor. Estas son solo algunas de las sorpresas que vas a descubrir al estudiar las lecciones que Thomas
Shepherd —dinámica y alentadoramente— presenta de 1 y 2 de Pedro.
Seguir a Jesucristo todavía es contracultural. Sin embargo, estas lecciones sorprendentes que San Pedro destaca te animarán a seguirlo, y la comunidad sabrá que eres un cristiano a carta cabal.