Es la manera de manejarse coherentemente con los valores personales y compartidos con la comunidad a la que se pertenece. Una persona íntegra es aquella que siempre hace lo correcto. De modo que, tanto las palabras como las acciones, faciliten una transparencia personal que genere confianza, y se conviertan en un estilo de vida. (2 Crónicas 19:9; Salmos 41:12; 86:11).

Es armonía entre las personas de un grupo. Se construye a partir de una visión y esperanza compartida, un fin altruista o una causa para el bien común. La unidad da sustento, fuerza y valor para hacer que lo imposible se haga posible. Junto con la determinación y el compromiso, la unidad hace que la tarea más difícil parezca fácil.
La permanencia de la unidad proviene del espíritu de igualdad e identidad, basado en los principios y valores universales. La unidad se afirma en el respeto mutuo; crea la experiencia de cooperación, aumenta el fervor y el entusiasmo por la tarea, y favorece un ambiente armonioso.

Son las propiedades que tiene un producto que permiten compararlo y evaluarlo para satisfacer las expectativas del cliente. Aporta valor al consumidor, ofreciéndole condiciones de uso del producto y servicios superiores a las que espera recibir a un precio accesible.

 

Es poner al máximo las capacidades para cumplir con todo aquello que se le ha confiado a una persona. Un individuo comprometido es aquel que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado, porque vive, piensa y sueña con llevar a cabo de la mejor manera todo aquello en que ha empeñado su palabra.

Es el reconocimiento del valor inherente de los derechos innatos, de las cualidades superiores de los individuos y de la sociedad. Significa valorar a los demás, acatar su autoridad y considerar su dignidad. Conocer el valor propio y honrar el valor de los demás es la verdadera manera de ganar respeto.
El respeto se acoge siempre a la verdad; no tolera bajo ninguna circunstancia la mentira, y repugna la calumnia y el engaño. Exige un trato amable y cortés; es la esencia de las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del trabajo en equipo, y de cualquier relación interpersonal.

Es la disposición a la colaboración con otro u otros para el cumplimiento de un mismo fin.
La verdadera cooperación no compite, sino que suma fuerzas hacia el objetivo. Cada integrante de una organización debe poner lo mejor de sí mismo para el bien de todos. Nadie quiere ganar individualmente sino beneficiarse en conjunto. Permite ser ayudado y ayudar para obtener la finalidad deseada.

Es un conjunto de actividades de naturaleza casi siempre intangible que se realiza a través de la interacción entre el cliente y el empleado con el objeto de satisfacer su necesidad.
El mayor servicio que se puede prestar reflejará permanentes rayos de luz sobre la senda de otros. Esto se traduce en ser pacientes, bondadosos, firmes a los principios bíblicos y temerosos a la voluntad divina.

GEMA Editores

Setenta y cinco años de servicio a México

 

La luz del evangelio arribó a México en 1891 por medio Salvador Marchisio, misionero independiente, quien trajo el libro El Conflicto de los Siglos en inglés, distribuyendo 2,500 ejemplares en la ciudad de México en poco tiempo. La Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, tomó el acuerdo de enviar un grupo misionero a México en 1893. Este grupo de misioneros voluntarios llegaron a la ciudad de Guadalajara, Jalisco en enero de 1894, dirigidos por el pastor Dan T. Jones y la Dra. Lillis Wood. Fue así como se estableció la obra médica con el solemne propósito de compartir el evangelio.

Uno de los medios más eficaces de compartir el mensaje de las buenas nuevas son las publicaciones, ya que la palabra escrita tiene una gran influencia para llegar al corazón. En 1896 nace la primera revista adventista en México. El pastor Dan T. Jones inició la publicación de la revista El amigo de la verdad. Esta revista ayudó a difundir el evangelio por toda la república a través de los colportores. Más tarde, en 1899, a la revista se le cambió de nombre a El mensajero de la verdad. Ese mismo año, la sociedad Bíblica nombró al pastor Jones como representante de la Iglesia Adventista para traducir la Biblia al español.

El mensaje del evangelio comenzó a difundirse y la iglesia mundial dicidió reforzar la obra misionera en México, por lo tanto, envió al pastor George Washington Caviness. Este llegó a Guadalajara en 1897. Caviness fue un líder que impulsó el desarrollo del adventismo hasta 1922. Al notar que la iglesia adventista estaba creciendo en la ciudad de México, George Washington Caviness se trasladó a la capital junto con otros misioneros en 1899. Uno de sus propósitos fue establecer en ese lugar un centro estratégico para el crecimiento de la iglesia. Una vez que se estableció en la ciudad de México, siguió editando la revista El mensajero de la verdad. Como era necesario tener una imprenta para la producción de la revista, en 1904 se compró un terreno en Tacubaya y se construyó un pequeño edificio en la calle agricultura 73, fue en ese lugar donde se instaló una imprenta e inició la casa publicadora, cuyo nombre fue «Compañía de Publicaciones La Verdad». El pastor George M. Brown y su ayudante José González Rojas fueron los encargados de esta pequeña casa publicadora. La imprenta funcionó por varios años, hasta que la casa publicadora Pacific Press inició una sucursal en Cristóbal, uno de los puertos más importantes del canal de Panamá, donde se llevó toda la maquinaria de imprenta y las herramientas que habían en México, fue así como se dio por terminada la imprenta de México (Emma Howell, El Gran Movimiento Adventista, 274).

En 1903 habían tres iglesias en el país: una en ciudad de México, otra en Guadalajara y en San Luis Potosí, en consecuencia la iglesia se organizó formalmente creando la Misión Mexicana. En 1911 había un grupo de colportores tanto mexicanos como extranjeros llevando las publicaciones a lo largo y ancho de toda la República Mexicana. Uno de los libros provistos por la Pacific Press en español y vendido por el colportor J. Wilburne Phillips fue Salud y Hogar. Las partes principales del libro son: la dieta, el cuidado del cuerpo, el cuidado y la educación de los niños y el tratamiento casero de las enfermedades.

Para el 1923 la iglesia había crecido tanto en México como en Centroamerica, por tanto, se hizo necesario formar la Unión Azteca, que abarcaba los países de Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice. En 1926, se organizó la Unión Misión Mexicana con seis misiones: Central, Golfo, Lago, Sonora, Tehuantepec y Yucatán. La Unión Misión Mexicana vio la necesidad de proveer libros en español a los colportores y no había un organismo que lo hiciera, debido a esta necesidad, tomó el acuerdo para que el 15 de diciembre de 1944 se creara la Agencia de Publicaciones, Mexico Central, A. C., con sede en la calle Prosperidad 89, en la colonia Escandón, ciudad de México. Después, en 1977 se trasladó a la calle Yácatas 398, colonia Narvarte y en el 2006 se hizo un nuevo cambio a la calle Uxmal 431, de la misma colonia, donde actualmente está establecida. Para convertir la Agencia de Publicaciones en una casa publicadora con mayor proyección y alcance, la División Interamericana tomó la decisión de que pasara a ser una institución de la División con el nombre de GEMA EDITORES, para representar a la Iglesia en México. Fue así como Agencia de Publicaciones en 2004 se convirtió en GEMA EDITORES.

Buscando formas de llegar a la comunidad con el mensaje de salvación, y debido a la grandes dificultades de importación que se tenía para conseguir la revista el Centinela, en 1985 se creó la revista «Enfoque de nuestro Tiempo», bajo el liderazgo del presidente de la Union del Sur, el pastor Agustín Galicia. Para los jóvenes de la iglesia adventista se creó la revista «Expresión Joven» en 1994.

Cumplimos 75 años de milagros bajo la gracia de Dios, 1944 – 2019. Alabado sea el Señor.