Alejandro Medina Villarreal

Desde sus inicios, la Iglesia Adventista del Séptimo Día nació de la mano de revistas. El mensaje del advenimiento se difundió, creció y terminará a través de la poderosa obra de las publicaciones cristianas que siguen estremeciendo el corazón humano y conduciendo a millones de lectores a los pies de Jesucristo.

Al respecto, Ellen White declaró:

«Se me ha mostrado que la prensa es poderosa para el bien o para el mal. Este instrumento puede alcanzar e influir en la mente del público como ningún otro método puede hacerlo»

(El colportor evangélico, p. 206).

Sí, ella tenía razón. No hay nada como el poder de la palabra escrita.

Las publicaciones cristianas son la base del crecimiento del evangelio en México. Los duros inicios de fieles colportores que sembraron el país entero de libros y revistas con el mensaje del advenimiento darían extraordinarios resultados más adelante. Ahora era el momento de alimentar espiritualmente a una iglesia que crecía de manera vertiginosa.

Durante muchos años, México recibió la revista El Centinela como una de las principales herramientas para llevar a cabo la obra de evangelización, además, este material incluía interesantes artículos para los propios miembros de iglesia. Sin embargo, como cualquier sociedad que ha crecido y siente una fuerte necesidad de expresar sus propias ideas, aportar sus experiencias y asumir nuevos desafíos, llegó un momento en que se incrementó la inquietud de crear publicaciones adventistas mexicanas. El momento llegó durante los inicios de la década de los ochenta en ocasión de una brutal crisis financiera que desmoronó la economía del país. Entonces, debido a una creciente devaluación de la moneda local, resultó muy difícil seguir comprando materiales extranjeros. Fue así como los líderes de la iglesia pensaron en crear una revista hecha en México para satisfacer las necesidad de evangelización y alimento espiritual para su amada feligresía.

El desafío de crecer

La creación de una revista resultó un gran desafío para la iglesia. No es lo mismo elaborar un solo ejemplar que una revista mensual. ¿Dónde obtendrían a los autores? ¿Quién llevaría a cabo la maquetación? ¿Imágenes, fotografías, ilustraciones? ¡Y el nombre de la revista!

El pastor Daniel Sosa Reyes fue nombrado como primer director de la nueva revista. Después de muchas discusiones, se eligió el nombre de la publicación: Enfoque de nuestro tiempo. El pastor Sosa viajó a Buenos, Aires, Argentina, donde recibió una significativa colaboración de la Casa Editora Sudamericana, quienes le brindaron asesoría y orientación al respecto. Ahí se elaboraron los tres primeros números de la nueva revista mexicana. Y desde su arranque, Enfoque de nuestro tiempo contó siempre con la oportuna colaboración de nuestros hermanos argentinos.

El primer número de la revista Enfoque de nuestro tiempo apareció el 1 de enero de 1986. De inmediato, causó un gran impactó entre los miembros de la iglesia, quienes no dudaron apoyarla desde sus inicios. Además, fue muy bien recibida entre los colportores, quienes la distribuían junto con la venta de sus publicaciones.

El pastor Félix Cortés Antonio fue el primer redactor de Enfoque de nuestro tiempo. Luego se uniría al equipo el pastor Alfredo Campechano y, más tarde, el pastor Juan de Dios Rojas. Ahora el desafío para la nueva publicación mexicana era aprender a caminar por sí misma. Se necesitaban autores urgentemente. Fue así como un buen número de maestros, pastores, profesionales adventistas y otros, colaboraron amablemente con artículos que alimentaban la revista misionera de México.

En pocos años la revista tomó forma y ritmo. El número de autores empezó a crecer. Asimismo, llegaban conmovedoras cartas a la Redacción de la revista contando impactantes testimonios de lectores agradecidos con Enfoque de nuestro tiempo. Lo cierto era que la revista ya se había consolidado entre los lectores adventistas del país y comenzaba a ganar terreno en otros ámbitos.

En diversas oportunidades se editaron números especiales de la revista Enfoque de nuestro tiempo que hacían alusión a la obra de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en México (Sus amigos los adventistas), así como otras ediciones elaboradas para colportaje, campañas de evangelización, temas juveniles, problemas de salud y familia, entre otros. La iglesia siempre contó con la puntual participación de la revista cada vez que fue requerida.

En 1991, el pastor César Maya Montes fue nombrado director de la revista Enfoque de nuestro tiempo. Su influencia trajo grandes aportaciones a la publicación misionera, mostrando un especial interés hacia los jóvenes. Bajo su liderazgo, se crearía una nueva revista en México: Mundo Joven (hoy Expresión Joven), que llegaría a ser una referencia para la juventud adventista de México durante muchos años. Alberto Moncada fue nombrado redactor de esta revista.

Nuevos derroteros

Yo llegué a la Redacción de las revistas Enfoque de nuestro tiempo y Mundo Joven en 1998. Entonces, había grandes ilusiones por elaborar nuevos proyectos. Fue así como llevamos a cabo un buen número de proyectos con la intención de ampliar la influencia de las revistas tocando temas de interés particular entre los jóvenes adventistas. También, recorrimos el país para estar muy cerca de nuestros lectores y escuchar sus opiniones de cerca. Además, promovimos concursos literarios y cursos de formación de escritores para dar oportunidad a nuevos talentos.

            Pero las revistas no se hacen solas. Gracias a Dios, ha gozado de profesionales que han dado sus mayores esfuerzos por ella. Hemos tenido brillantes diseñadores gráficos como Elia Córdoba, Julio Hernández Fragoso, Estela Hayasaka Reyes, así como muy buenos redactores como Marta Angélica Ramos, Lisbeth Antonio y Alvin Maya Aguilera. ¿Y qué decir de los colaboradores? Hemos tenido de todo. Hemos tenido escritores de diversas partes del mundo. Hasta el día de hoy, el archivo de las revistas es un verdadero tesoro de conocimientos.

Al poco tiempo, ambas revistas se conjuntaron en una nueva entidad: Ediciones Enfoque. Ahora quedaba lista la plataforma para la elaboración de libros.

Gracias al apoyo de la administración de la División Interamericana y las Uniones mexicanas, en 2003 se creó el Grupo Editorial Mexicano Adventista (GEMA EDITORES), una fusión de la Agencia de Publicaciones México Central A. C. y Ediciones Enfoque, dando forma a una nueva casa editora adventista.

Hoy, GEMA EDITORES ha superado las expectativas de quienes la crearon. En menos de diez años se convirtió en una de las diez casas editoras adventistas más importantes del mundo. Sin duda, es una institución que ha dado mucho a la iglesia.

Hoy tenemos una iglesia que ha adquirido sólidas directrices en cuanto a la fe cristiana, muchas de las cuales han emanado de las revistas de la iglesia. Es posible que únicamente en la tierra nueva podamos ponderar el alcance y la dimensión que han tenidos las revistas Enfoque de nuestro tiempo y Expresión Joven.